7. BYE BYE TAILANDIA

Tailandia sólo nos ha traído buenas sensaciones. Es un país que nos ha mimado, que nos ha cuidado. Tiene bien ganada la fama de ser el país de la sonrisa infinita, a pesar de que en los sitios turísticos no lo sean tanto. Y es que desgraciadamente el nivel medio del turismo del sudeste asiático no es el más agradable de lidiar. Para nosotros la estancia en Tailandia ha sido como una vacaciones dentro de las vacaciones. Un país fácil y amable para el/la viajero/a.

6. TON SAI BEACH: FIN DE TRAYECTO

Con pena e inmersos en un ambiente de nostalgia nos disponemos a recorrer los últimos 200 km de esta experiencia personal llamada CYCLOTHERAPY. El calor es inhumano pero esperamos tener una buena recompensa en la zona de Krabi. Nos sorprende comprobar que esta zona, cercana a Malasia, tiene una fuerte presencia musulmana. Elegimos Hat Ton Sai como el lugar en el que pasaremos las últimas jornadas del viaje. Una playa a la que solo se puede acceder por mar...... y a la que acuden puntualmente cientos de escaladores de todo el mundo. Si Koh Tao es coto de buceadores, la zona de Krabi es un paraíso para la escalada. Nos sentimos extraños e incomprendidos cuando les decimos que no escalamos, y más aún cuando nos ven desembarcar con las bicis. El gremio de escaladores es bastante más cerrado que el de buceadores o ciclistas......pero nos da igual porque se puede disfrutar de las playas,sus aguas calientes,y de sus paseos en plan jubiladosPor las tardes, en las playas Tais, se organizan disputados partidos de boleyplaya en los que intervienen tanto locales como guiris, hombre o mujeres...Con Ed y Serena pasaremos nuestras últimas semanas. Dos ingleses fuera de lo común y a los que consideramos grandes amigos y a los que deseamos la mejor de las suertes Agur

5. EL DIA QUE AITOR DESCUBRIO UN NUEVO MUNDO

Koh Thao tiene fama mundial por las maravillas que se encuentran bajo sus aguas. Al ser uno de los sitios más económicos para sacarse la licencia de buceo, a la isla acuden miles de personas cada año. Aún así que nadie piense que es barato, más bien al contrario. Pero es una experiencia que a tenor de la cara de felicidad que se le ha quedado a Aitor, bien merece la pena.
Tiene la suerte de coincidir con Fabian, y aunque el lo niegue, todo el mundo sabe que es el hermano pequeño de Roger Federer...
Las condiciones son inmejorables. La visibilidad alcanza fácilmente los 25-30 metrosJamás antes se había sentido tan marciano. Una vez que se le ha pillado el truco sólo hay que dejarse llevar y sobretodo.......disfrutarteniendo siempre en cuenta quién es el invasor...... y a quién pertenece ese habitat Cada inmersión es un mundo aparte, una experiencia diferente. Es increíble contemplar un submundo que está ahí pero que sólo lo conocíamos gracias a aquellos míticos documentales de Cousteau...

Cuando llega el fatídico momento hay que salir del agua. La sensación es única. Y cuando uno sube al barco, lo único en lo que se piensa es saber cuándo será la próxima...

... porque habrá muchas más. Eso es algo seguro.

4. KOH TAO. LA ISLA DE LA TORTUGA

La playa nos llama con fuerza y hacemos los 500 kms que separan Bangkok de Chumpon tirando a bloque. Desde dicho puerto cogemos un bote nocturno que nos dejará en Koh Tao al amanecer. El plan para los siguientes días es el siguiente: disfrutar de unas vacaciones como manda el altísimo. Mientras Aitor se convierte en una víctima más del buceo, Iñigo recorre las calas de la isla en un kayak de juguete...

Durante el día no hay mucha actividad en la isla, al ser un destino de buceo, la mayoría de la gente está varios metros por debajo de la superficie marina. Los que no le pegan a la bombona, se dedican a compaginar la lectura con el baño Ya sabemos que publicando estas imágenes, no aumenta el cariño que nos tiene la gente, sobre todo después del invierno que está cayendo en Europa, pero bueno, intentaremos ser breves. Ánimo que ya llega la primavera!

El snorkel es una buena alternativa al buceo (mucho más económica desde luego). En una de las bahías de la isla, te puedes bañar en compañía de tiburones de arrecife. Una experiencia muy recomendable... Y si por el día puedes nadar con ellos, de noche tienes la posibilidad de acercarte a una fiesta... y bailar en compañía de otro tipo de escualos...

...estos últimos de dos patas y sin aleta dorsal, pero con una impresionante dentadura. Esta foto está tomada en pleno apogeo de la Blue Moon Party. A la izquierda os presentamos a la auténtica Dancing Queen de Koh Tao. Recién llegada desde Reading, la impresionante y única Serena. A su derecha, vemos a Aitor minutos antes de perder el conocimiento. Justo a continuación podéis ver a Gonzalo, residente en Glasgow y encargado de cerrar todos los garitos de la isla. Corriendo la banda derecha, se encuentra Iñigo con una importante borrasca afectándole al cerebro. Viva la Fiesta

3. SEGUNDAS PARTES SI FUERON BUENAS. BANGKOK

Y después de dos meses y 4000 kms, volvemos a recalar en Bangkok.

El mundo no es tan grande como parece, y coincidimos con Ilargi, una chica de Gasteiz que viene todos los años por aquí a hacer sus negocios, al paso que va la cosa, no nos sorprendería que en poco tiempo sea la dueña de un emporio. Vamos a cenar y se nos saltan unos lagrimones del quince cuando saca del bolso una botella de Rioja. Esta neska se ha ganado el cielo y nuestros corazones.

Y si degustas un buen vino en buena compañía, pues ya alcanzas el nirvana. En el mismo restaurante coincidimos con Ivan Pacheco (también de Gasteiz, CENTAURO) y su pareja, con Pilar (Bermeo) y con Xabat (Barna), una gente muy especial, todos ellos metidos en el negocio de la ropa....hippie?

Mientras las bicis descansan en el hospital pasando la ITV, nosotros llevamos una vida social equiparable a la de la Duquesa de Alba. Además de los mencionados anteriormente, volvemos a coincidir con Alex Kataropoulos, un tío del que no nos cansamos de repetir su apellido y con el que no te aburres de conversar, así como con Zeina, una libanesa con sangre andaluza por parte de madre y con una vida más que interesante sobre sus espaldas.

También volvemos a encontrarnos con dos ciclistas holandeses, Remco y Petra, con los que echamos una cenita y unas birritas pocas horas antes de que su largo viaje desde Holanda se dé por concluido. Guardamos como oro el amuleto de la suerte que nos regalaron.

Con todo, Bangkok ha sido como entrar en un túnel de lavado. Estamos listos para la última fase del viaje: la Mar.

2. CHIANG MAI

Han transcurrido dos meses desde que llegamos al sudeste asiático. Tras unos días en Bangkok, partimos rumbo a Camboya pero con intención de volver a entrar en la antigua Siam por el norte procedentes de Laos. Así que entramos otra vez al país para dedicarle más tiempo.

Salimos de Laos bastante débiles físicamente, así que regresamos a Tailandia como aquel que vuelve al hogar materno, dispuestos a hartarnos de la mejor comida. Hay que ganar kilos cueste lo que cueste, y es un gran placer volver a disfrutar cuando nos sentamos a la mesa. Tailandia es puro y duro primer mundo, en las tiendas encontramos una variedad que no hemos conocido hasta ahora, y para ser sinceros, nuestros estómagos lo agradecen.En Laos intentamos pasar alguna noche en un templo, pero no fue posible. Aquí tenemos mejor suerte y al caer el sol nos acercamos al Wat más cercano a pedir hospitalidad. Alguna noche hemos disfrutado de habitaciones más lujosas que en muchos hoteles, y otras ha tocado tirarnos en una esquina donde los chinches y las pulgas nos han hecho compañía, pero es bueno saber que podemos contar con la hospitalidad de los monjes y que no nos va a tocar dormir a la intemperie.

Nuestro primer destino es Chiang Mai, donde nos alojamos en la maravillosa villa de Gernott y Marisa, dos inmejorables anfitriones que aparte de hacernos sentir mejor que en nuestra propia casa, nos echan un cable para solucionar problemas técnicos que nos estaban dando quebraderos de cabeza últimamente.

La ciudad tiene más de 300 templos y buenísimos mercados a la que acuden todos los habitantes de la ciudad. Porque....para qué cocinar si puedes comer lo que quieras a muy buen precio en la calle?

Después de un cuarto de hora en el que ya lo tomábamos como un muñeco de cera, el hombre parpadeó. Igual lleva así años. Su recompensa es alcanzar el Nirvana. Para los gustos están los colores...La última noche nos acercamos al mercado nocturno y a un garito con buena música en directo de los que abundan por la ciudad. La verdad es que se echa de menos un poco de ruido.

Chiang Mai es la antesala a la playuki. A Bangkok vamos en tren, el paisaje no merece la pena.